Grazalema es, junto a Benaocaz, el único municipio sin casos de coronavirus detectados en las dos últimas semanas, indicador que se utiliza para denominar a un pueblo ‘libre’ de contagios. Un hecho circunstancial pero que esconde un gran esfuerzo individual y colectivo en lo que a la responsabilidad de todos sus ciudadanos se refiere, ya que, en el caso de Grazalema, fue la primera localidad de la provincia en superar las tasas de 500 y de 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes respectivamente. Se han dado un total de 60 positivos este mes entre la población, con un pico de 33 casos activos y una media de 20.
Su alcalde, Carlos García, ha hecho referencia a «varios factores» que han favorecido llegar a reducir hasta el 0 la tasa de incidencia si bien resalta el civismo y compromiso de todos sus vecinos. No obstante, recuerda que esto no significa nada y que no se puede bajar la guardia.
La situación ha provocado que desde el Consistorio retomen la actividad cultural y deportiva prevista, siempre bajo todas las medidas en vigor, tal y como hicieron en el verano, momento del año en que recibieron una importante cantidad de turistas sin que repercutiera en las cifras del coronavirus. Esta ‘vuelta a la nueva normalidad’, al igual que la buena noticia que supone el no tener casos activos entre los vecinos, contribuye a una mejor ‘moral de tropa’.
Carlos García también ha apelado a esa responsabilidad individual y colectiva de cara al «no puente» –como así lo ha definido-, que va a producirse este próximo fin de semana. El edil grazalemeño ha recordado que durante todo este tiempo han dejado de entrar muchos recursos económicos con el agravante que supone ser un pueblo eminentemente turístico y donde tantas familias viven de ello. Por ello espera que el buen comportamiento de todos propicie una apertura al turismo lo antes posible.
