La crisis sanitaria del coronavirus deriva en una crisis económica que va a afectar a nivel mundial.
Para muchos, la pandemia se traducirá o se está traduciendo en una pérdida de trabajo, lo que conlleva una pérdida de bienestar, confort o calidad de vida. José Antonio Galiani, director del Centro Psicosanitario Galiani, ha explicado que ante ello debemos situarnos en la realidad y no caer en el catastrofismo.
Para ello considera necesario centrarse en el corto plazo, en el día a día, y recurre a una máxima que dice que ‘las personas han de perderse en la acción para no marchitarse en la desesperación’. José Antonio Galiani cree que lo importante es generar acción dirigidas a la ocupación ya que el trabajo o la pérdida del mismo no es sólo una pérdida de remuneración sino también de ocupación. Además, sostiene que estos tiempos que se nos avecinan son buenos para la formación, sobre todo para los jóvenes o adultos hasta 40 años.
En la sintonía de Radio Comarca ha recordado igualmente que los que peor lo han pasado en este estado de alarma han sido aquellos que han perdido a un ser querido durante estas semanas, fruto del coronavirus o no. Ninguno de ellos ha podido despedirse como les hubiera gustado por las restricciones en cuanto a velatorios y entierros y por ello están viviendo un duelo en diferido. Galiani subraya que en este caso los sentimientos son difíciles porque se ha avanzado en el proceso del duelo pero ahora hay que volver al principio y caminar por todo lo que habías avanzado.
A este respecto, explica que el dolor no lo produce la muerte en sí misma sino la pérdida del vínculo con la persona que queríamos. Durante este estado de alarma se ha visto alterado el proceso de duelo que tiene la sociedad aceptado y por ello el camino se hace mucho más complicado ante la inseguridad de no saber qué hacer, lo que genera un sentimiento de culpa e indefensión que acrecienta esta circunstancia.