A partir del 29 de enero, 1.802 km de carreteras convencionales marcarán 90 km/hora como límite de velocidad. Una vez que los casi 800.000 vehículos censados en la provincia salgan de las autopistas deberán cambiar la costumbre de conducir a 100 km/hora y reducir la velocidad. En el caso de los autobuses, la limitación genérica de velocidad continúa siendo de 90 km/h debido a la baja siniestralidad continuada de este tipo de vehículos, que en el caso de España tiene un ratio de fallecidos/tipo de vehículo (autobús) un 40% menor con respecto al ratio total de la UE. Pese a ello, se establece una excepción para aquellos autobuses que no tienen cinturón de seguridad, ya que éstos no podrán circular a más de 80 km/h. Luis Almagro, profesional de las autoescuelas desde hace más de 30 años, con gran experiencia en la comarca serrana, considera que el estado del firme de estas vías secundarias, también debería ser tenido en cuenta a la hora de fijar estas nuevas normas.
La medida tiene especial incidencia en nuestra provincia porque las carreteras convencionales representan el 83% de nuestra red viaria” recuerda el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, quien aclara además que dicha cifra abarca carreteras de titularidad tanto de Diputación, como de la Junta de Andalucía o del Estado. “Hablamos de vías con una alta siniestralidad. 7 de cada 10 accidentes con víctimas tienen lugar en las carreteras convencionales y la principal causa es el exceso de velocidad. El gerente de Autoescuela Rilke cree que esta nueva normativa hará que se intensifiquen los controles, principalmente en las primeras semanas transcurridas tras su aplicación.