El AMPA del Colegio Miguel de Cervantes de Olvera ha denunciado la situación que sufren los niños más pequeños en relación al acceso del comedor escolar
El centro olvereño no dispone de este servicio y los niños tienen que acudir cada día al Colegio San José de Calasanz, a 1,4 kilómetros de distancia, para el servicio de comedor. Una situación que está provocando tensión entre los padres y madres del colegio porque los pequeños tienen que desplazarse cada día andando durante ese tramo con los problemas que eso conlleva.
En la mañana de hoy hemos podido hablar con María del Mar Serrano, miembro del AMPA el Pozuelo, perteneciente al Colegio Miguel de Cervantes. Serrano nos ha contado la situación que «está cansando a los niños» que tienen que ser desplazados al otro centro con dos monitoras, agarrados a una cuerda, sufriendo las condiciones meteorológicas y la orografía del terreno. Asimismo apuntaba que «siguen sin respuesta desde la Junta de Andalucía» y matizaba que desconocen el criterio para dotar a un centro de comedor escolar. En esa línea, sostenía que los técnicos de la APAE (Agencia Pública Andaluza de Educación) valoraron de forma positiva la instalación del servicio de comedor en el centro olvereño pero no han obtenido respuesta.
Entre tanto, la situación se complica más para el año que viene porque, como Serrano apuntaba, «el comedor el año que viene no va a existir» ya que no aparece esa opción para las matriculaciones del próximo curso.
En este sentido también hemos podido hablar con Remedios Palma, alcaldesa de Olvera. La regidora serrana apostillaba que «el comedor escolar en el Colegio Cervantes es una necesidad», y así se lo transmitía a la delegada territorial de Junta para que se hiciera eco de la situación y solucionase el problema que arrastra el centro olvereño.
La alcaldesa olvereña apuntaba que el Ayuntamiento se ha hecho cargo de todas las mejoras para pasar el control de APAE. Ese primer informe, positivo en primera instancia, no ha sido confirmado de forma oficial aunque si ha llegado una resolución diciendo «que no hay comedor en el Cervantes».
Por último, Palma manifestaba que «un comedor en un centro educativo no es un lujo ni un extra sino una necesidad para poder conciliar la vida laboral y familiar». Finalizaba poniendo de manifiesto que el Ayuntamiento «va a costear las obras que competen a la delegación por lo que no hay excusa».
María del Mar Serrano:
Remedios Palma: